Vamos de compras…

Abramos nuestros dispositivos, sentémonos tranquilamente en el sofá mientras ponemos alguna película a la cual no prestaremos atención, ábrete un cervectita ¿que no te gusta el alcohol? No te preocupes, también hay refrescos, algo para picar y vamos a Amazon, seguro que encuentras algo que ¿has visto esas oferta? No lo necesitas pero ¿te has fijado el precio? ¡es una ganga, lo compro!, uis ¿y eso? También lo compro, por ese precio no puedo decir que no ¿y eso? También lo compro. Ahora dime ¿has ahorrado dinero? Dejame decirte que quizás estás equivocado.

Internet es un constante mercado donde se vende y se compra de todo (o casi, tampoco hay que apuntar...nah, hay de todo), y sin duda alguna Amazon es el gran mercado donde aquello que deseas lo tienes en un par de clicks. El engranaje de Amazon está tan bien preparado para que compres y pases horas y horas mirando los productos, el gigante del ecommerce sabe como atraparte con ofertas a las que no te puedes resistir, a menos que pienses, ahí ya observas como quizás no te sale tan a cuenta como crees. Quizás uno de los objetivos de aquellas personas que se quejan del actual modelo de sociedad comercial en la que todo se puede comprar, no sea otro que Amazon, al fin y al cabo el gigante del ecommerce mueve millones a lo largo del día ¿criticarle entonces? Si algo no te gusta no lo usas así de simple, y si Amazon mueve tantos millones debe ser porque la gente lo usa, dejando de lado temas impuestos y demás, es una de las leyes sociales no escritas “cuanto más tienes menos das”. Sería un poco absurdo criticar la idea de Amazon “yo tengo una idea, la llevo a cabo, gano millones y hago con ellos lo que quiero”, algo que cualquiera, con diferencias éticas, haría. Y es curioso porque si creemos que Amazon es el inventor del ecommerce tendríamos que mirar al año 1960 cuando el sistema Electronic Data Interchange, o EDI para los amigos, nació.

Para que el engranaje de Amazon funcione hacen falta 2 elementos claves:

El comerciante paga un tanto por ciento a la empresa por vender a través de Amazon ya sea usando su logística o pagando por su cuenta una logística propia, al fin y al cabo, y salvo un detalle que ahora contaré, todo aquello que compras en Amazon proviene de un negocio. Por otro lado encontramos que Amazon posee la capacidad suficiente como para comprar productos a bajo precio y venderlos bajo su propia marca. La logística es aplastante ¿competir contra ellos? Suena curioso pero es la propia empresa la que nos enseñó el camino a elegir: si hay un camino es que igual que se camina a través de él también se puede salir.

Cuando tu compras en Amazon una tienda la cual le paga a la empresa, pone el producto que has pedido en su circuito logístico, tu vas a Amazon, compras y el proceso se inicia. Entonces ¿Como competir contra él? La clave está en la propia logística ¿realmente necesitas vender a través de Amazon para conseguir beneficios? Una de las cosas que se aprecian es que es posible vender a través de internet usando sistemas de ecommerce sin necesidad del pasar por Amazon. Creas una web y directamente contratas una empresa que se encargue de llevar el producto desde tu tienda al cliente, esto implica tener que tener un plan logístico propio, más trabajo pero menos intermediarios.

Y de acuerdo: la comodidad de comprar desde casa está ahí ¿lo hacemos con todo? Cuando compramos alimentos no frescos, asumamos la realidad de que los alimentos frescos los compramos en persona en algo que puede frenar a Amazon: el comercio de barrio. De acuerdo, debemos aclarar que no siempre esto es posible, si vives en núcleos urbanos alejados de tiendas esto ya se complica pero igual que vas a comprar comida puedes comprar aquello que necesites en el comercio local. Aquellos que vivimos en barrios humildes (no confundir con degradados ¬_¬) sabemos que el cierto cariño de lo que se denomina “sentirse de barrio” que, y aunque pueda parecer algo de bajo nivel cultural, no es otra cosa que sentirse orgulloso sin sacar ego del lugar en el que vives. Una de los curiosidades que encontramos en la informática no es otra cosa que el que no solemos sacar todo el potencial a los programas que utilizamos “¿Ver la Tv a través de Vlc? ¿Pero eso no es solo para ver videos?”. Con nuestros barrios sucede algo similar: creemos que conocemos todos los comercios que tenemos por la zona pero a la hora de la verdad vemos como estamos equivocados. Pero ¿un pequeño comercio luchar contra Amazon? Si Amazon a crecido tanto es porque hemos dado de lado el comercio de proximidad para pasar a la comodidad de comprar desde casa. Pero esto implica algo curioso ¿sale más económico comprar a través de Amazon? El pequeño comercio carece de la necesidad usar la logística de Amazon, su marketing es el boca a boca, porque si alguien se fía de las reseñas de Google lo siento pero yo me pongo a perrear mientras canto regueaton...ambas opciones me parecen aberrantes, quizás no gane tanto pero eso mismo le permite poner precios más económicos, por lo tanto a la pregunta si es Amazon más económico que un comercio de proximidad la respuesta es no. Un ejemplo personal fue poco antes de redactar esta entrada: unas muñequeras me costaron 5 euros menos que si las compraba en Amazon, curiosamente me tuve que aplicar la regla de “No sabemos lo que tenemos realmente cerca” y encontrar un nuevo comercio del que abastecerme,

No voy a negar que Amazon no sea necesario, hay de todo pero y para lugares apartados es una opción a tener en cuenta. Pero no es más económico, nos hemos acostumbrado a hacerlo todo desde la comodidad de nuestros hogares en lugar de salir a la calle, hablar un poco con la gente y, curiosamente algo que no ofrece Amazon, tener el producto al momento. Resulta curioso como que en Amazon si tienes que hacer una devolución tienes que esperar a que recojan el producto o llevarlo a una oficina de correos mientras que en el comercio de barrio lo tienes todo listo el mismo día. Debemos reconocer que una calle sin comercios es un lugar más solitario, que la gente se haya acostumbrado a comprar a través de Amazon implica que mientras los hogares se llenan de productos las calles se vacían de tiendas y estas, en muchas ocasiones, son las que le dan vida a una ciudad.

Vamos a seguir comprando on-line, esperando días a que nos traigan un producto no solo a un precio mayor sino que además podríamos tener al momento si simplemente apagamos los móviles y abrimos la puerta de la calle.

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