Tengo el cuerpo ideal…
Tengo ese cuerpo sin grasa, alto, uno de esos cuerpos que pueden permitirse cualquier prenda, un cuerpo que puede comer de todo sin problemas de ganar peso, tengo el cuerpo ideal para una mujer, lastima que soy hombre.
Quizás pueda sonar extraño pero llega un punto en el que tienes que decir “basta”, día a día somos bombardeados con publicidad y espacios donde se habla de cuidar el cuerpo, que si tienes que comer esto, que si tienes que hacer deporte ¿kilos de más? Tranquila, te ayudaremos a quitarlos, infinidad de productos milagrosos que te harán bajar de peso, dietas que te ayudarán a verte mejor, deberíamos preguntarnos ¿mejor para quien? ¿para una sociedad que dicta unos cánones de estética corporal sin preguntar si somos felices?. En mi caso es curioso: estoy delgado siendo una persona alta, puedo comer lo que me apetezca sin engordar ni un solo gramo, soy el sueño de cualquier cuerpo que a acabado aceptando unas normas sociales que no van conmigo. Y día tras días puedes observar el constante bombardeo para que tengas el cuerpo que la sociedad quieren que tengas no el que tu quieres tener, porque si quieres tener uno de esos cuerpos que ves anunciado en infinidad de anuncios, paga, porque pagando vas a tener ese cuerpo que debes tener ¿debes? Paremos un momento ¿desde cuando hemos aceptado un tipo de cuerpo para ser socialmente aceptado?
Hace poco, mientras trabajaba con Photopea (bienvenido al mundo de la publicidad en aplicaciones, aceptemos pues) observaba anuncios acerca de productos para adelgazar ¿Y para engordar? Navegas por la red y el tema adelgazar es constante, tienes que tener un cuerpo determinado porque si no te vamos a silenciar apartándote de la sociedad (¡hacedme sitio que voy..! uis no, si hace tiempo que me salí de ese modelo social). En los hombres quizás la cosa sea distinta, hay que tener músculos y ni una gota de grasa, tema aparte sería el tema “pelos” y el estar bien afeitado y con el pelo corto (siendo amante del metal más salvaje os podéis imaginar que pienso de eso y lo poco que he visto un peluquero o barbero en mi vida). Pero la presión sobre las mujeres es brutal ¿en serio hemos llegado a permitir eso? Por lo visto si, quizás hayamos aceptado unas normas impuestas por un modelo social que prima un cuerpo vacío antes que una mente llena, porque las mentes llenas dan miedo y eso no gusta.
Internet no ayuda a levantar el autoestima de aquellas personas que, aceptando el modelo físico social, se ven diferentes. No ayuda ver como la gente más expuesta en la red es gente con un tipo de físico muy concreto ¿el cuerpo es la clave del éxito? Hemos creado un modelo social en el que desafortunadamente es un si. Y resulta curioso porque de esta forma se pierde gente maravillosa en el camino, gente que por tener una estética distinta al resto, prefiere permanecer en silencio, hemos perdido gente maravillosa por el camino por no cumplir con unos cánones físicos que nos han impuesto, y perder esa gente es realmente triste. Internet no ayuda a subir la autoestima, más bien todo lo contrario, la hunde y la aparta silenciando a gente que realmente vale la pena.
Hemos aceptado que tengamos que tener una masa corporal determinada porque si no ya aparecen las frases negativas “gordita pero feliz” “le sobran unos kilos” “Una dieta no le vendría mal”, “con unos cuantos kilos menos estaría mejor”, eso a lo largo de años crea huella creando gente con baja autoestima. Hemos aceptado que tengamos que ver anuncios de productos para adelgazar, de clínicas para perder kilos, de tratamientos de belleza milagrosos, de clases para ganar músculos, hemos aceptado tener una sociedad con unos cuerpos iguales porque si son distintos los miraremos como si fuesen enfermos y tenemos que ayudarles. Mientras redactaba esta entrada he probado a buscar en Google “Mujeres bonitas”, “Mujeres hermosas”, “Hombres bonitos” y “Hombres hermosos”, y francamente ¿y lo distinto? Todo era tan similar que no había nadie único.
Una de mis normas es “si estás en una sala a oscuras con una persona a la que no puedes ni ver ni tocar y a pesar de ello no quieres salir de la sala, esa persona debe estar en tu vida”. Por suerte algunos hemos dicho basta, y quizás en mi caso es fácil, pero por eso mismo puedo decir que el ataque hacia los cuerpos que no cumplen con ciertos cánones, es abrumador. Adoro la gente distinta ¿pobre gordito? Pobre de la persona que no piensa por si misma y no le da una oportunidad, y nadie habla de amor, a esa persona que tiene un cuerpo distinto. Si el modelo social es ese en el que tienes que tener un cuerpo en concreto, lo siento, hace tiempo que me salí de él ¿y sabéis? La felicidad es poder ver a otra persona sin necesidad de usar la mirada, los cuerpos cambian, es biología pura y dura, si alguien cree que va a tener el mismo cuerpo a los 30 que a los 60 es que no a entendido como funciona el cuerpo humano.
Apoyemos pues a los que tienen un cuerpo distinto pues en ellos están las personas más alucinantes y que la pena conocer.
text/gemini
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