Una de las cosas que nos ha enseñado el actual modelo de internet, no es otra cosa que el control del tiempo. Que vivimos en un tiempo en el que lo queremos todo y lo queremos ya, es algo tan obvio como innegable. La red nos ha enseñado a quererlo todo al momento ¿para que esperar? Todo aquello que salga de 3 segundos de espera, por no decir menos, nos pone de los nervios y por lo tanto lo descartamos.
El modelo actual de internet nos dice que podemos tenerlo todo al momento ¿para que esperar? Queremos algo como un disco y con un par de clicks a los pocos segundos lo tenemos, en formato digital, pero lo tenemos, si lo queremos en formato físico con pagar un poco más por acortar tiempo, lo tengo olvidando que ese mismo tiempo por el que tu pagas es el tiempo de otra persona ¿pagar por tiempo? Bienvenidos al progreso, o eso decían. Actualmente el modelo de navegación consiste en consumir contenido de forma inmediata, da igual la calidad, queremos contenido y lo queremos ahora ¿para que esperar? Esto conlleva a la poca calidad que se suele encontrar en este contenido generado con prisas, podríamos decir que el actual modelo de navegación es el fast food del entretenimiento, llena pero no alimenta, no aporta más que ocio de dudosa calidad aunque esto sea algo relativo, lo que me gusta a mi puede que no te guste a ti de la misma forma que el contenido que tu consumes no es el que yo consumiría.
Esto conlleva a varias cosas a tener en cuenta. El primer hecho no es otro que la escasa calidad del contenido que aparece de manera constante por la red aunque importante: no todo, generalizar sería abrazar a la ignorancia y darle un par de besitos poniendo morritos. Consumimos sin cuestionarnos su calidad ¿nos divierte? Lo aceptamos, no miramos mas allá, queremos contenido nuevo y no nos importa la calidad, lo queremos y lo queremos ahora. Por otro lado estaría el modelo social que se crea con esto, gente cada vez más impulsiva que no se cuestiona el porque de las cosas, gente que a la más mínima espera se desespera ¡ataque de ansiedad como no lo consiga ahora! Pongamos el reloj en pausa.
Cuando en 2018 apareció una red social que apostaba por la no-inmediatez, el mundo se extrañó ¿una red social no inmediata? Slowly era todo lo contrario a lo que es una red social, nada de fotografías sin permiso (una de las mejores opciones que he podido encontrar a lo largo de los años y que solo he visto aplicada en dicha red social) El sistema era similar al de mandar cartas, tu escribías a una persona de cualquier lugar del mundo y dependiendo de la distancia tardaba más o menos en llegar tu mensaje. Aquello era novedoso, al saber que te habían escrito pero que iba a tardar en llegarte la “carta”, siempre ibas pensando en que te dirían, era un buen sistema. Pero Slowly competía (y compite, Slowly todavía sigue vigente) contra el modelo social, esto conllevaba a que hemos sido educados socialmente en la inmediatez, era un buen modelo pero no supimos aceptarlo eligiendo otras alternativas inmediatas.
Pero ¿y el protocolo Gemini? Sucede algo curioso, el modelo tradicional de navegación implica que con ver fotografías ya recibas información, la calidad de esta es relativa, no hace falta leer o acceder a un sitio para recibir dicha información. Pero en el protocolo Gemini eso no sucede, si quieres estar informado debes pararte a leer, es justo en ese momento en el que te olvidas que tu vida gira alrededor de un reloj.
Seamos honestos, el tiempo avanza de la misma manera para todos, no somos dueños de él sino más bien todo lo contrario. Que tengamos prisa al tiempo le da igual, avanzará a su ritmo, y más actualmente que con los smartwatches no podemos atrasar o adelantar el tiempo. Que el sistema actual de navegación implique que se esté generando contenido de manera constante, no implica que tengamos que aceptarlo, más bien implica que deberíamos ser capaces de elegir en que gastar nuestro tiempo, si en calidad o en cantidad.
Un curioso ejemplo de la elección del tiempo lo encontramos en el típico debate de “¿Libros en formato digital o en papel?” vamos a dejar de lado el tema ecología y espacio, personalmente creo que ambos modelos pueden convivir de manera conjunta y si bien es cierto que tengo una ingente calidad de libros en formato digital, hay otros que si o si tenía que tener en papel. En este eterno debate podríamos pensar que comprar un libro en formato digital es tan rápido como abrir un dispositivo electrónico y hacer un par de clicks. Por su lado comprar un libro en formato papel implica vestirse, salir de casa, ir a una librería, comprar el libro y regresar a casa. Si nos paramos a pensar veremos que si bien el formato digital nos ha permitido tener aquello que queríamos de manera más rápida la compra en formato papel nos a permitido hacer algo más que comprar un libro ¿calidad o cantidad? Hemos hecho más cosas apostando por un proceso más lento.
Quizás deberíamos cambiar la manera de navegar aunque de acuerdo, cada persona es libre de elegir que modelo de navegación elegir, pero el tiempo seguirá avanzando sea el modelo que sea, y si bien es relativo, deberíamos pensar que queremos en nuestra navegación ¿calidad o cantidad?.
Por cierto, un simple detalle, el tiempo de redacción de esta entrada a sido de 32 minutos y 40 segundos.
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