El 30 de octubre tuvo lugar la IV Tertulia Feminista de Carnaval, con título "Coplas lamentables", un acontecimiento que levantó cierta polémica. Me parece oportuno, como persona implicada, hacer un pequeño alto en nuestra labor puramente divulgativa para hablar al respecto.
En este texto, bastante extenso, dejo ver una postura ideológica muy clara. Es inevitable.
Antes de entrar al meollo, es necesario contar mi relación con la Tertulia y de qué trataba esta edición que nos ocupa.
En la barra lateral de
tenemos un mensaje que dice "En colaboración con CarnavaldeCádiz.com". En Radio Al compás también lo hemos comentado. Y es que Carmen Castiñeira se ofreció a redifundir nuestros contenidos (nuevos y antiguos) en su web, una de las más importantes de la fiesta, para lograr mayor alcance. Y lo único que nos pidió a cambio fue añadir ese mensaje.
Además de esto, quien escribe (Adrián Perales, Gadi) va a las Tertulias Feministas que organiza Carmen para grabar y difundir el audio en un pódcast creado para tal fin.
Si no lo he comentado hasta ahora por aquí es porque las Tertulias son un proyecto de Carmen y yo solo soy "un tío con dos micros" que colabora en su proyecto a título personal, no como Al compás gaditano. Tan solo pongo mi granito para difundir un mensaje que me parece necesario.
La cuarta tertulia llamó la atención por varias razones. Diría que las principales fueron dos: titularse "Coplas lamentables" y contar con Tami Barrera "La Pelirrosa" y Sage Carbonell. También estuvo Luis Labajo, pero lo más llamativo fue contar con Tami.
El objetivo de esta edición era analizar letras problemáticas, y no solo por machistas sino también por racistas u homófobas.
Primero se anunció que la tertulia se haría en la sede de la Asociación de autores, algo que denotaba apertura para escuchar críticas. No pudo ser.
La tertulia pasó a la Peña Original Paco Alba. Pero tampoco pudo ser.
=> Según cuenta Carmen en un artículo,
por "presiones de carnavaleros" (masculino no genérico, se entiende).
Al final se celebró en la Casa de la Juventud. Más allá de lo irónico que resulta el hecho de que se celebrara en un espacio gestionado por el PP, ni las fuertes lluvias impidieron que se llevara a cabo.
Carmen hizo una pequeña reseña de la Tertulia, por lo que no me detendré aquí en resumir el desarrollo de las dos horas de charla. Baste decir que fue un rato muy amigable en el que se confrontaron ideas y en el que algunas personas asistentes se dieron cuenta de los problemas que presentan algunas letras premiadas en el COAC, que era el propósito de la reunión.
Donde me quiero centrar es en ese miedo que mostraron algunas personas en que otras hablaran sobre letras de carnaval.
Hace tiempo que no tengo redes a nivel particular (solo Mastodon, y allí no se mueve mucho carnaval que digamos), y quien siga Al compás gaditano en X sabe que no usamos la cuenta más que para redifundir los contenidos que aquí se publican. Nuestro alcance, claro, es mínimo, porque a las redes hoy en día no les interesa que salgamos de su corralito.
Quiero decir con esto que no conozco ni a Tami ni a Sage más allá de lo que vi en sus perfiles días antes y días después de la tertulia. Por lo que he podido saber transmiten un perfil, digamos, polémico. O así lo quieren ver algunas personas.
Pero por más polémicas o problemáticas que se considere a unas personas, ¿qué miedo hay de que hablen?
¿Qué pensaban los miembros de la Peña Paco Alba o de la Asociación de Autores que iba a ocurrir? ¿Un señalamiento agresivo? ¿Algún tipo de censura? Porque no fue lo que ocurrió.
Y aunque así fuera, ¿qué poder tienen estas dos personas sobre ningún carnavalero o sobre el COAC? Que yo sepa, ni organizan el concurso, ni forman parte del Ayuntamiento, ni tienen otro altavoz que sus perfiles en redes. ¿Qué censura pueden ejercer?
Tema aparte es la importancia que le demos a las redes, pero eso daría para otro texto aún más largo que este.
Vamos a ser bienpensados y asumir que no fueron rencillas personales o miedo a ese altavoz de redes y volvamos a la pregunta inicial.
No diré que la tertulia fuera perfecta. A mi entender tuvo ciertos problemas (tanto de concepto como en el desarrollo) que comenté a Carmen. Pero prefiero quedarme con el marco general.
Se mandó un mensaje muy necesario y oportuno, sobre todo si queremos un carnaval de Cádiz más amable e inclusivo, que es lo que muchos buscamos para la sociedad en general y para nuestra fiesta en particular.
Y si los carnavaleros quieren seguir haciendo chistes que se podrían haber cantado exactamente igual en los 80 o los 90, al menos que sean conscientes.
La influencia de Tami y Sage, el rechazo de los dos lugares previos o la unión de las dos cosas ha conseguido que ese mensaje llegara a la gente. No solo a las treinta personas asistentes, con mayoría de hombres por primera vez, sino también a las que han escuchado el pódcast.
Seiscientas escuchas en el primer fin de semana es una barbaridad para un tema tan específico. Y con reacciones muy positivas. Hay quien ha manifestado no estar de acuerdo con algunos puntos defendidos, postura totalmente respetable, pero señalan este desacuerdo desde el respeto y la tolerancia.
Este asunto me recuerda a cómo se trataba a las feministas durante la II República. Eran vistas como locas que parecían hombres.
El feminismo, por más que algunas personas quieran hacerlo ver como tal, no es odio, no es diferencia. El feminismo busca la igualdad entre hombres y mujeres, sin más. Es algo que debería estar asentado.
Si un discurso que busque ser feminista se aleja de ese objetivo, no es feminismo. Es otra cosa. Pero, por favor, dejemos de llamarlo "feminazismo" porque los conceptos de nazismo y feminismo no deberían relacionarse ni como broma.
Que una tertulia sobre feminismo, en 2024, haya estado en la cuerda floja hasta dos días antes de su celebración es para darle un par de vueltas.
Nos llenamos la boca con que el carnaval es una fiesta transgresora, libre, donde "autores valientes" pueden "decir cosas", pero cuando unas personas quieren hablar sobre feminismo, cuidao. Lanzo una pregunta: ¿quién impide a hablar a quién?
Tanto Carmen como Tami fueron objeto de amenazas por la charla. Sage y Luis, hombres, no recibieron ninguna. Me ahorro calificativos y dejo otra pregunta: ¿quién difunde odio?
Tenemos que hablar sobre feminismo e inclusión, tenemos que confrontar ideas desde la calma, desde el respeto y el cariño, y entender que criticar una copla no significa criticar a su autor.
Las personas pueden cambiar. Todos nos hemos criado en un ambiente machista, racista u homófobo y no pasa nada por admitirlo. E insisto: si un autor decide hacer humor con esto, al menos que sea consciente.
Pero si no se confrontan ideas, si nadie señala esas "coplas lamentables" y habla sobre sus problemas, ¿cómo van a aprender los autores? ¿Cómo lo harán mejor para la siguiente?
Algunos carnavaleros han cantado que “hoy no se puede decir nada”, pero con esta página en la historia de nuestra fiesta (que se escribe día a día, no solo en tiempos de COAC) ha quedado claro, otra vez, que quien tiene problemas para hablar no son los autores de carnaval sino el feminismo.
— Adrián Perales / 2024-11-03
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