Me siento pesimista últimamente porque encuentro cada vez más muros de lanzas, y lanzas cada vez más afiladas.
Me refiero a proyectos, grupos, personas, software, movimientos y obras de arte o literarias que se definen a sí mismos —y en ocasiones ferozmente— en contra de otros proyectos, grupos, personas y obra de arte. Incluso cuando a veces, y, sinceramente creo que más que nada por cumplir, se alaba el diálogo, para afirmar en el mismo reglón que el mismo es imposible «por culpa de los otros».
Y es un asunto que estoy viendo por todas países y culturas. Me da, no sé si miedo, pero seguro que reparo, acercarme a nadie que se presente como activista, y, por ello también incapaz de resolver este asunto. Sé que esta reflexión es insuficiente, pero otra cosa no tengo en este momento.
Me siento pesimista últimamente porque encuentro cada vez más muros de lanzas, y lanzas cada vez más afiladas.
Me refiero a proyectos, grupos, personas, software, movimientos y obras de arte o literarias que se definen a sí mismos —y en ocasiones ferozmente— en contra de otros proyectos, grupos, personas y obra de arte. Incluso cuando a veces, y, sinceramente creo que más que nada por cumplir, se alaba el diálogo, para afirmar en el mismo reglón que el mismo es imposible «por culpa de los otros».
Y es un asunto que estoy viendo por todas países y culturas. Me da, no sé si miedo, pero seguro que reparo, acercarme a nadie que se presente como activista, y, por ello también incapaz de resolver este asunto. Sé que esta reflexión es insuficiente, pero otra cosa no tengo en este momento.
Me siento pesimista últimamente porque encuentro cada vez más muros de lanzas, y lanzas cada vez más afiladas.
Me refiero a proyectos, grupos, personas, software, movimientos y obras de arte o literarias que se definen a sí mismos —y en ocasiones ferozmente— en contra de otros proyectos, grupos, personas y obra de arte. Incluso cuando a veces, y, sinceramente creo que más que nada por cumplir, se alaba el diálogo, para afirmar en el mismo reglón que el mismo es imposible «por culpa de los otros».
Y es un asunto que estoy viendo por todas países y culturas. Me da, no sé si miedo, pero seguro que reparo, acercarme a nadie que se presente como activista, y, por ello también incapaz de resolver este asunto. Sé que esta reflexión es insuficiente, pero otra cosa no tengo en este momento.
Me siento pesimista últimamente porque encuentro cada vez más muros de lanzas, y lanzas cada vez más afiladas.
Me refiero a proyectos, grupos, personas, software, movimientos y obras de arte o literarias que se definen a sí mismos —y en ocasiones ferozmente— en contra de otros proyectos, grupos, personas y obra de arte. Incluso cuando a veces, y, sinceramente creo que más que nada por cumplir, se alaba el diálogo, para afirmar en el mismo reglón que el mismo es imposible «por culpa de los otros».
Y es un asunto que estoy viendo por todas países y culturas. Me da, no sé si miedo, pero seguro que reparo, acercarme a nadie que se presente como activista, y, por ello también incapaz de resolver este asunto. Sé que esta reflexión es insuficiente, pero otra cosa no tengo en este momento.
=> ← 🍃 El bosque protector This content has been proxied by September (ba2dc).Proxy Information
text/gemini;lang=en-US